21 May
21May


Muy utilizada en repostería para dar el toque final a nuestras recetas, según sabemos a día de hoy, la canela tiene más que aportar, y no es sólo sabor.

En sus orígenes recibe el nombre de “canella” que significa pequeño tubo, refiriéndose a la forma que adquiere cuando se seca, y es que esta especia cultivada en Sri Lanka, China, India y algunos países de América del Sur ya ha extendido su uso por todo el mundo.

Cuenta la historia que tenía usos medicinales, y ahora ya son muchos los estudios científicos que confirman y descubren nuevas propiedades que no dejan de pasar desapercibidas…

  • Problemas circulatorios

La canela es un fuerte anticoagulante y favorece la circulación sanguínea. Su consumo frecuente ayuda a la buena circulación de la sangre gracias a que evita que las plaquetas de la sangre se acumulen.

Por esta propiedad es muy útil consumirla durante el periodo menstrual, aliviando los dolores que se producen en estos días.

La canela es antiagregante, antiesclerótica y también antitrombótica, por lo que es muy útil para prevenir y evitar las varices.

Además, sirve para reducir los niveles de colesterol “malo” y los triglicéridos. Algunos estudios indican que aumenta la cantidad de colesterol “bueno” y que también reduce la hipertensión. Todo ello ayuda a tener un corazón más saludable y disminuye el riesgo de padecer problemas cardiacos, así que si en tu familia hay casos de enfermedades cardiovasculares o eres un paciente de riesgo, (obesidad, colesterol elevado, presión arterial alta), no dudes en consumir más canela.

  • Es antiinflamatoria

La canela permite reducir la hinchazón en diferentes partes del cuerpo, así como también combatir las infecciones, reparar el tejido dañado y mejorar los síntomas de pacientes con artritis o gota, apunte de interés si lo queremos orientar en el mundo de la fisioterapia. Siendo esta propiedad uno de los temas tratados en el X congreso internacional de Fitoterapia “Ciudad de Oviedo” en 2016.

  • Diabetes tipo II.

Tenemos que saber que el gran poder de la canela se lo debe a uno de sus componentes, se llama “cinnamtannin”, y ayuda a disminuir los niveles de glucosa en la sangre. Según María Emilia Carretero Accame, profesora titular del departamento de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, el extracto acuoso de canela incrementa la recaptación de glucosa y la síntesis de glucógeno así como aumenta la fosforilación del receptor de insulina.

El mayor número de publicaciones sobre la canela en los últimos 25 años, está dedicado a sus efectos beneficiosos en la diabetes (Teresa Ortega Hernández-Agero, M. Emilia Carretero Accame, 2016).

  • Apoyo digestivo

¿Y si tiene problemas para realizar la digestión? Nuestra protagonista tiene gran valor en personas con problemas gastrointestinales, y no lo decimos nosotros, la British Herbal Pharmacopoeia (Farmacopea Herbaria Británica) indica su uso específicamente para cólico o dispepsia con distensión flatulenta y también ayuda a detener las náuseas.

Además de ello, beber una taza de té de canela nos abre el apetito, algo que puede ser de gran ayuda en personas con desórdenes alimentarios.

  • Acción antimicrobiana

Los aceites volátiles en la canela ofrecen una fuerte acción antimicrobiana y ayuda a eliminar patógenos, (Herrera Arias F. C, García - Rico R. O, 2006). La canela se ha estudiado por su capacidad para frenar el crecimiento de bacterias, así como de hongos o mohos dermatofítos (Hitokoto y col., 1980) y frente a bacterias aisladas a partir de niños gravemente infectados (Hersch-Martinez y col. 2005)

Valero y Salmeron (2003), demostraron que la adicción de extracto de canela en combinación con temperaturas de refrigeración, eran suficientes para inhibir el crecimiento de bacterias en alimentos mínimamente procesados. Todo esto, aporta mayor evidencia para la utilización de este tipo de extractos como una alternativa a los conservantes alimentarios tradicionales.

  • Enfermedades degenerativas

Los problemas neurodegenerativos están caracterizados por una pérdida progresiva de la función o estructura de las células cerebrales. Las dos afecciones más comunes son el Alzheimer y el mal de Parkinson. Compuestos hallados en la canela tienen la capacidad para inhibir la acumulación de una proteína en el cerebro, que desencadena el Alzheimer, así como también proteger las neuronas, mejorar la función motora y normalizar los niveles de neurotransmisores en los pacientes con Parkinson.


Si bien no deja de ser un “remedio casero” para tratar dolencias como las anteriormente citadas, no debemos de olvidar que es un producto natural utilizado como un complemento y afortunadamente, hoy en día la canela es bastante asequible y se puede conseguir en los mercados, dietéticas y tiendas de café.


Se consume en ayunas y después de las comidas, siendo el rango de ingesta típico de 1 a 4 gramos de canela en polvo (corteza) al día. Hay tantas formas como te puedas imaginar de incluirla en la dieta, algunas de las más comunes siguen siendo las infusiones, los tés y la canela en polvo, aunque también podemos encontrarla en el mercado en forma de cápsulas y de aceites esenciales.

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